Corazones en fuga, Liliana Serbiano. Editorial Birna, 2022.

Los amores fantaseados y vividos actúan como el hilo conductor de este libro de cuentos de Liliana Serbiano. Amores inevitablemente atravesados por los celos, por las inseguridades, por las certezas, las rutinas y las rebeldes interrupciones de estas. 

La autora hace foco y nos cuenta situaciones pequeñas, sutiles, que alteran a los personajes, que los instala en una nueva perspectiva para pensar y vivir su propia vida. Son gestos furtivos que los coloca en un escenario ligeramente diferente que lo cambia todo. Asistimos como lectores a modestos encuentros que producen una suspensión de la “vida normal”, por lo menos en lo que es relatado. La autora elige enfocarse en el detalle, en los efectos específicos de un suceso en la vida de sus personajes: una foto recién percibida, una serie evocativa y provocadora, una clase de chi kung, un trámite en el registro civil, un viaje en avión, el cuidado del gato de una vecina. Se crea una especie de “efecto mariposa”, las historias fantasean con cómo las pequeñas cosas en la vida pueden abrirnos a impensables decisiones, fantasías y sensaciones. 

Los textos nos comparten a lxs lectorxs recortes de historias de vida, que oscilan entre el terreno de lo absolutamente concreto y lo absolutamente fantasioso, y suspenden a los personajes, y junto con ellos, a lxs lectorxs, en esa frontera de lo posible. La antología completa funciona como un collage de historias personales que esconden un mundo vasto y particular. Mundos interiores de los que la autora nos muestra pinceladas, selectora privilegiada de los elementos de la vida de sus personajes que desea compartir en sus relatos. No cuenta de más, nos acerca retazos, metáforas, elipsis que lxs lectorxs tenemos que completar o dejar vacíos. “Me halaga estimular tus fantasías”, confiesa el cineasta de uno de los cuentos, y esa parece ser una premisa importante que rige el libro de Serbiano. Los recuerdos y las fantasías se entremezclan y se enriquecen con las vivencias y las sensaciones y sentimientos junto a los pensamientos conforman la materia prima no jerarquizada que construye los relatos. 

Corazones en fuga, corazones interpelados, corazones afectados, corazones que sienten, que conectan —o intentan conectar— con otros: personas, animales, objetos culturales. Corazones abiertos a lo que les depara el encuentro con el mundo. La antología de cuentos construye una suerte de dossier de los afectos, tan sencillo y tan complejo como eso. 

Nacida y criada en Ciudad de Buenos Aires. En la secundaria pudo conocer Estonia gracias a su participación en la Olimpíada de Filosofía, pero nunca quiso estudiar esa carrera, y está cerquita de terminar la carrera de Letras en la UBA. Tuvo un breve paso por el Traductorado literario de inglés en el Lenguas Vivas que tiene pendiente retomar. Es colaboradora en la revista Por el Camino de Puan.