7 de noviembre de 2024
7 de noviembre de 2024
Más allá de las complejidades que afectan la producción y el acceso al libro, así como a la cultura en general, cada día me sorprende más la inmensidad y lo fascinante del mundo editorial en nuestro país. En particular, me refiero a las pequeñas editoriales que, a través de propuestas disruptivas, se apartan del panorama literario mainstream. Este es el caso de la editorial y las dos colecciones que voy a destacar en esta nota, las cuales se dedican al rescate y reedición de obras literarias.
Me contacté con el escritor y editor Yair Magrino, cofundador de Clubcinco (@clubcincoeditores), editorial que se dedica a la reedición de literatura argentina contemporánea. Entre su catálogo podemos encontrar autorxs como Esther Cross, Federico Jeanmaire, María Negroni, Leopoldo Brizuela, Inés Garland, entre otrxs.
Como cuenta Yair, este proyecto surge del deseo de crear una editorial entre un grupo de colegas para “dar un paso más en nuestro vínculo con la literatura”. Es así como, en 2014, Edgardo Scott, Marina Arias, Virginia Gallardo, Martín Hain y Yair se reúnen en “un bar pituco” de Belgrano para comenzar a idear el sello. Sin embargo, es a partir de la lectura compartida de Rojo amor de Aníbal Jarkowski —que fue pasando de mano en mano, de lectorx en lectorx— lo que terminó por responder a la pregunta que este club de cinco se hacía: “¿una editorial de qué?”. Yair menciona que “de casualidad llegamos al concepto que define la editorial: el rescate de grandes obras de literatura argentina que por algún motivo están descatalogadas. Esos librazos merecen nuevos lectores”. Para definir su catálogo, explica, comenzaron trabajando con “un pequeño panorama de autores”, el cual se fortaleció gracias al Grupo Alejandría que llevó a cabo junto a Edgardo Scott. Pero luego, se animaron a acercarse a escritores como Jarkowski, Ferreyra, Gusmán, Garland, Cross, Consiglio. Según Yair: “Ellos eran unos monstruos para nosotros. Los admirábamos. Por eso cuando accedieron a darnos sus libros no lo podíamos creer”. Con el tiempo, tuvieron que adoptar un “trabajo más arqueológico”, que incluyó recomendaciones de colegas o la exploración entre solapas de colecciones viejas.
Asimismo, quería destacar dos colecciones que forman parte del catálogo de dos editoriales cordobesas. Por un lado, la colección Las Antiguas. Primeras Escritoras Argentinas de la editorial Buena Vista (@buena_vista_editora) y, por otro, la colección Narradoras Argentinas (@narradoras_argentinas) de la editorial universitaria Eduvim (@editorial_eduvim). Ambas colecciones tienen algo en común: el rescate de las escritoras argentinas que escribieron durante el siglo XIX y XX.
Las Antiguas está dirigida por la docente y escritora Mariana Docampo. Entre los nombres que resuenan en esta colección encontramos a Juana Manso, Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla, Ada María Elflein, Leonor Allende, entre otras. El proyecto surge hacia el año 2011, gracias al vínculo de amistad que comenzó a formarse entre Mariana y la editora de Buena Vista, Daniela Mac Auliffe, quien le había propuesto prologar Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti. “Le propuse hacer esta colección y ella aceptó enseguida”, comenta Mariana. Además, explica, eran escasas las autoras del siglo XIX en circulación, especialmente aquellas menos conocidas. Por esta razón, Las Antiguas viene a llenar “un vacío alrededor del resto de las autoras”.
Para seleccionar las obras, Mariana destaca la importancia de la “libertad” y “la apertura amistosa, y hasta amorosa” hacia las propuestas que llegan de las prologuistas. Pero también el deseo de “publicar la mayor cantidad de textos posibles, sin decidir qué es bueno o malo”. Como menciona Mariana, se trata, en resumen, de “dar una segunda oportunidad a las ‘antiguas’”. Por esta razón es una colección “desjerarquizada” porque en ella “conviven autoras del peso de Juana Manuela Gorriti con escritoras menos conocidas, como Francisca Espínola o Lola Larrosa” y, al mismo tiempo, encierra un gesto “que señala los mecanismos de silenciamiento sin volver a reinstalarlos”.
Por su parte, Narradoras Argentinas está codirigida por María Teresa Andruetto, Juana Luján y Carolina Andrea Rossi. Elvira Orphée, Libertad Demitrópulos, Syria Poletti, Nira Etchenique, Leonor Picchetti son algunas de las escritoras que forman parte del catálogo. Esta colección surge hacia el año 2010, a partir de unas columnas que realizaba María Teresa Andruetto. Como explica Juana Luján: “Cuando las autoras ya no estaban vivas, Teresa establecía contacto con sus familiares. En muchos casos, esos mismos familiares le comentaban que había quedado alguna obra inédita y le pedían que les recomendara editoriales. Sin embargo, cuando lograban comunicarse, eran rechazados porque la obra estaba muy fuera de circuito, sin colección que las contuviera, sin autoras vivas que defendieran esas obras. Es entonces cuando María Teresa nos propone que armemos un proyecto y lo presentemos a Eduvim. Nosotras ya veníamos siguiendo las columnas y nos entusiasmó la idea, pero fue cuando empezamos a leerlas que realmente entendimos el tesoro que son estas obras”. De este modo, los primeros nombres que conformaron el catálogo llegaron gracias a María Teresa. Sin embargo, como explica Carolina Rossi, cuando la colección comenzó a ser reconocida en diversos espacios, “los textos nos llegaban a nosotras. Las tres leíamos la obra. Si nos parecía de calidad, si se trataba de un rescate editorial, si era inédita o había circulado de manera casera o con una tirada pequeña, seguíamos el proceso buscando un prologuista, en la mayoría de los casos, especialista en esa narradora o alguien muy cercano que echara luz sobre la obra”.
No obstante, estar al frente de proyectos literarios de este calibre no es una tarea sencilla. Yair Magrino resalta la “furia por la novedad” que existe en la actualidad y agrega: “Lo nuevo se come a lo bueno, a lo destacable, lo inolvidable. Desde nuestro lugar, humilde y pequeño, lo que buscamos es que sigan circulando libros que para nosotros son parte del acervo cultural argentino”. De esta forma, volver sobre nuestra literatura, no sólo es fundamental, sino también un acto político. Es que llevar adelante un proyecto tan significativo requiere de compromiso y pasión. Como explica Yair: “A veces me pasa que veo a lxs autorxs que hemos publicado y no lo puedo creer. Es algo de lo que estoy verdaderamente orgulloso. Y a la vez, me obliga a preguntarme si estoy a la altura de ellos. Sinceramente no lo sé, pero esa duda me obliga a darlo todo, a mejorar todos los días aspectos de la editorial”.
Para Mariana Docampo es importante rescatar a las escritoras “antiguas” porque “son parte de la historia de la literatura argentina”. Se trata de romper con la “invisibilización” que padecieron durante mucho tiempo las autoras que, como explica Mariana, “fueron silenciadas por cuestiones de género”. Así, esta colección es también “un acto de justicia”. Del mismo modo, menciona lo que este proyecto implica: “para mí es un proyecto muy importante porque es una reposición de material impresionante. Además, es una colección abierta, que se nutre con las personas que se acercan y las cosas que vamos encontrando. Por más que el movimiento sea hacia el pasado, es hacia adelante, porque todo está por descubrirse”. Por su parte, Carolina Rossi también resalta la invisibilización que experimentaron autoras como las que integran el catálogo de Narradoras Argentinas. Por ello, según sus palabras, “nos interesa difundir obras de autoras relevantes en el campo de la literatura argentina que no fueron tan reconocidas”. Asimismo, como señala Carolina, uno de los objetivos de esta colección es que sea “lo más diversa y federal posible, en tanto lugares de procedencia como estilos en la escritura”. A la par, Juana Luján destaca la vigencia de estas obras que, tal como ella menciona, “no saben a pasado”. En este sentido, resalta el propósito de la colección: “Las voces de estas narradoras son de una riqueza notable y eso es lo que queremos conservar, que crezca y llegue a todo lugar posible. No solo por ellas o por nosotras, sino especialmente por los lectores: es una parte de nuestra rica cultura que existe, pero no siempre es visible o accesible”.
En la actualidad, la editorial Clubcinco está en proceso de crecimiento y profesionalización. Sin embargo, Yair Magrino no es ajeno a la realidad política, social y económica que atravesamos. “Las ventas se derrumbaron un 50 %, los costos aumentaron un 80 %”, explica. Aun así, revela sus ambiciones futuras: “Quisiéramos poder sostener la cantidad de títulos que sacamos al año (aunque lo vemos difícil), agrandar el abanico de reediciones, yendo más atrás en el tiempo o incluso armando un catálogo de latinoamericanos”. A pesar de los desafíos, Yair se mantiene comprometido con su visión: “ningún gobierno va a robarnos la alegría de hacer libros que nos gustan, de rescatar autores nuestros que deben ser leídos todo el tiempo”. Mariana Docampo subraya que, debido al gran trabajo de las críticas feministas de nuestro país, en los últimos años se ha incrementado la publicación de libros escritos por mujeres del siglo XIX. Para Mariana, Las Antiguas “es un proyecto muy vigente y siempre abierto a la reflexión. Mientras podamos sostenerlo, lo haremos, porque es algo vivo y que se va repensando todo el tiempo”. Carolina Rossi destaca cuánto ha crecido Narradoras Argentinas desde la publicación del primer libro, Punto atrás de Paula Wajsman, en 2012. También destaca la importancia de esta colección, ya que ha servido como inspiración para otros proyectos similares. Como menciona Carolina: “En algunos casos la colección ha funcionado como faro o puente para otras colecciones que también editan obras de mujeres, con otras características, claro. Este proyecto funciona como referencia cuando se habla de escritura de mujeres y eso es gracias a las obras y a la recepción de estas”.
Por otra parte, me entrometí en el capricho de cada unx y les pregunté si tenían un título preferido de su catálogo. Yair Magrino afirmó “soy, antes que editor, un admirador de los autores que edito” y agrega: “creo que todos los títulos del catálogo son mis preferidos. Todos han tenido alguna anécdota o una historia detrás en la hechura del libro. Y eso hace que ame a todos por igual”. Sin embargo, también destaca la importancia que tiene para él Rojo Amor de Aníbal Jarkowski, título germen de la editorial. Además, menciona dos obras que considera “rescates maravillosos”: El placer de la cautiva de Leopoldo Brizuela y Extraño y pálido fulgor de Héctor Tizón. Por otro lado, Mariana Docampo destaca un título que considera “una joya de nuestra literatura”: Cocina Ecléctica de Juana Manuela Gorriti. Como explica Mariana, Cocina Ecléctica no sólo es la obra que inicia la colección, sino su corazón: “ese gesto de amistad de Gorriti es el que buscamos en Las Antiguas, que está hecha por muchas voces amigas y cruces entre prologuistas y prologadas. Un cruce amistoso, respetuoso, que trata de evitar la distancia crítica y propone el lazo horizontal, la construcción conjunta”. Por último, las codirectoras de Narradoras Argentinas también comparten sus títulos preferidos. Los de Juana Luján son ¡Quiero trabajo! de María Luisa Carnelli, “por su increíble vigencia”, y la Narrativa completa de Clementina Rosa Quenell, “por su trabajo casi de orfebrería con el lenguaje y la oralidad de los pueblos norteños, y por su mirada profunda sobre historias de gente sencilla”. Por su parte, Carolina Rossi destaca la Obra completa de Andrea Rabih, ya que “no sólo me conmueve por su mirada filosa y potente, de un humor sutil e inteligente, sino también por el trabajo de edición de ese libro”. Además, menciona El reconocimiento y otros cuentos de Amalia Jamilis “por los ambientes que logra a través de la palabra”. Mientras que María Teresa Andruetto elige Gente conmigo de Syria Poletti por razones personales: “El tema de la lengua, de la inmigración, es muy fuerte para mí”. También destaca la escritura de Elvira Orphée en Dos veranos y menciona “cierto realismo mágico que hay en ella y el hecho de que no fue incluida en el canon en su momento, a pesar de merecerlo”.
Para finalizar, quería que lxs protagonistas explicaran por qué lxs lectorx deberían acercarse a sus catálogos. Aunque podría responder a esta pregunta yo misma, prefiero dejar que ellxs lo hagan. Para Yair, la única respuesta es que “son buenos libros”. Pero también resalta la vigencia de estas obras: “Siempre se habla de que algunos libros envejecen mal. Con nuestro catálogo vemos que no sólo no envejecen, sino que resisten nuevas lecturas”. Por otro lado, Juana explica que con la colección Narradoras Argentinas “lxs lectores tienen la oportunidad de encontrar en un solo lugar obras que estaban dispersas, inéditas o perdidas en el tiempo y que tienen un increíble valor literario y humano. Para quienes disfrutan de ampliar sus horizontes de lectura, de sumar nombres femeninos a una tradición literaria plagada de hombres o simplemente de leer un libro profundo y bien escrito, creemos que nuestra colección es un lugar que puede gustarles”. Mientras que, para Mariana, la razón es, simplemente, “porque es hermosa”.
Estos proyectos muestran un profundo compromiso con la preservación y divulgación de textos valiosos para nuestra literatura, además, ofrecen a lxs lectorxs la oportunidad de descubrir y apreciar obras que siguen siendo relevantes y que, todavía, tienen mucho para ofrecer. Es que, como dijo Yair Magrino, son librazos que merecen nuevxs lectorxs.
Crédito de la imagen: Karen Medina
Karen Medina es licenciada y profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Le gusta involucrarse en muchos proyectos aunque no tenga tiempo. Se desempeña como docente en el nivel secundario y dicta talleres en diferentes espacios. Es colaboradora de la revista Por el Camino de Puan y trabaja de manera freelance como fotógrafa y en gestión de redes sociales. No puede concentrarse si no escucha música a todo volumen.